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Por Jaime Rozas , 3 de octubre de 2021Proyecto de pesca robótica submarina ganó concurso de emprendimiento NND Patagonia
Buzo emprendedor se adjudicó premio que le permitirá incorporar tecnología de punta a su actividad, con el fin de hacerla más eficiente y disminuir los riesgos a los que está expuesto.
Un proyecto de robótica en la pesca submarina, es el que hizo acreedor del primer lugar en el Campeonato Nacional de Emprendimiento “Nada Nos Detiene” (NND) Patagonia.
La empresa Magallanes ROV se adjudicó el premio de 10 millones de pesos, que le permitirá incorporar tecnología de punta a la pesca submarina.
Los otros finalistas fueron Friendly Wool, empresa dedicada a la venta de ovillos de lana de hilado industrial y manual fino —de una y dos hebras fabricadas 100% con lana de oveja corriedale de la Patagonia aysenina— y Agrícola Raíz Spa, huerta orgánica ubicada en Cochrane dedicada a producir doce variedades de hortalizas para locales comerciales, restaurantes y lodges de la provincia Capitán Prat. Cada uno se llevaron 1 millón de pesos cada uno.
Además, por el hecho de llegar hasta esta etapa, los tres ganaron la posibilidad de contar con una mentoría personalizada del G100 —grupo de emprendedores organizador de la iniciativa— para cada uno de sus negocios por seis meses.
El Campeonato NND alcanzó gran convocatoria en su edición Patagonia. De los centenares de emprendedores que postularon, 30 pasaron a segunda ronda para participar de talleres y mentorías empresariales grupales y tres accedieron a la gran final.
El jurado, compuesto por los socios del G100 Fernanda Vicente, presidenta de Mujeres del Pacífico; Blanca Bulnes, gerente general de Comsulting, Arístides Benavente, fundador de la Fundación Patagonia de Aysén; y Felipe Covarrubias, gerente general de Cerveza Austral.
Domingo Andrade y Sandra Reyes de Magallanes ROV, ganadores del concurso de emprendimiento. Foto: NND.
Ayuda a la pesca artesanal
Magallanes ROV es una empresa de Punta Arenas del buzo armador Domingo Andrade y su esposa Sandra Reyes. Andrade bucea desde los 15 años, por lo que la pesca submarina, además de ser su trabajo y sustento, es su pasión.
“Íbamos con harta fe, pero los otros finalistas tienen tremendas iniciativas. Estábamos muy nerviosos y tratamos de recalcar que nuestro proyecto, además de permitirnos aumentar nuestros ingresos, tiene un impacto social, positivo en otros buzos”, cuenta Sandra Reyes.
Un ROV (Remote Operated Vehicle) es un vehículo submarino no tripulado controlado a través de una consola de mando unida al vehículo por un cordón umbilical. Su uso en la pesca artesanal puede prevenir el desarrollo de enfermedades propias del buceo, que a la larga impactan en la capacidad laboral de los buzos. “De todas formas, fue una sorpresa haber ganado”, agrega Reyes.
“Yo no veo a mi marido trabajando en una oficina”, dice la socia de Magallanes ROV. El problema es que Domingo sufre de necrosis ósea, “que son burbujas que impiden que pase oxígeno al hueso, entonces se va muriendo el hueso del hombro”, agrega. Esta condición es propia de los buceadores y aumenta con el tiempo.
Ante la necesidad de reducir los tiempos de buceo, para evitar el avance de la necrosis y mejorar la calidad del producto extraído, es que se aventuraron en participar de NND Patagonia para poder adquirir un ROV. “Con este vehículo remoto ellos pueden buscar el producto que se quiere extraer, marcar el sector con GPS y lanzarse director a extraer, sin necesidad de bucear para encontrar lo necesario”.
En la actualidad, Domingo Andrade se sumerge para buscar erizos, y lo que encuentra lo va almacenando hasta reunir la cantidad necesaria para comercializarlo.
“El problema es que a medida que reúne la cantidad necesaria, el producto pierde calidad, por lo tanto, el precio de comercialización se ve afectado a la baja. En cambio, con el ROV, podrán identificar los lugares y hacer del trabajo de buceo una labor más eficiente —explica Sandra Reyes—, pues se podrá cumplir la cuota más rápido y, por ende, el producto podrá comercializarse a mejor precio.
“El nuestro es un proyecto que puede cambiar la pesca artesanal —agrega—, porque quizás otros buzos y/o dueños de embarcaciones, si ven que nos va bien, se animen a invertir en un ROV. Como dice nuestro logo, Magallanes ROV es la pesca del futuro”.