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Por Jaime Rozas , 17 de agosto de 2021SalmonChile y empresas lanzan estándar para mejorar la seguridad de buzos acuícolas
Documento establece nuevas medidas y acciones concretas para una mayor protección de los trabajadores que ejercen esta labor. Además propone una estandarización de actividades, equipamiento, dotaciones y procedimientos, que deberán considerar los centros para estas faenas.
De acuerdo a estadísticas de la Autoridad Marítima (Directemar), en la última década (2011-20), a nivel nacional, se registraron 500 accidentes de buceo por descompresión inadecuada, de los cuales 65 (13 %) terminaron con resultado de muerte. De este total, 123 accidentes ocurrieron durante faenas salmoneras, los cuales dejaron 17 fallecidos.
Y en lo que va de 2021 esta indeseable cifra no ha dejado de crecer: al mes de agosto ya ha habido trece accidentes en centros salmoneros, entre los cuales se cuentan tres muertes, mientras que el total nacional llega a 27 casos y siete decesos.
Estos números reflejan la dura realidad que tanto buzos, como pescadores artesanales, trabajadores y empresas quisieran no tener que seguir lamentando. Es por ello que,, tras una labor colaborativa que tomó tres años entre la industria salmonera, agrupaciones de buceo y trabajadores, SalmonChile lanzó este martes un nuevo estándar auditable de buceo, que servirá de guía y base para un mejor desempeño en las faenas de este tipo, poniendo en el centro la seguridad de los buzos acuícolas.
El documento de dieciséis páginas —presentado en el Hotel Manquehue de Puerto Montt ante buzos, dirigentes de la pesca artesanal, trabajadores del salmón, ejecutivos y autoridades de Gobierno y de la Armada— establece nuevas medidas y acciones concretas para una mayor protección de los trabajadores que ejercen esta labor. Además propone una estandarización de actividades, equipamiento, dotaciones y procedimientos, que deberán considerar los centros para las faenas de buceo.
“Como gremio la agenda de buceo ha sido una prioridad y es por eso que llevamos años de trabajo para ir fortaleciendo la agenda de buceo seguro, a través de una serie de acciones concretas que apuntan a reforzar la protección de esta importante actividad", explicó el presidente de SalmonChile, Arturo Clément, en el lanzamiento.
En la actividad estuvieron presentes el seremi de Trabajo y Previsión Social, Fernando Geghard, y el director regional del Trabajo Mauro González, quienes felicitaron la iniciativa debido a la importancia de elevar los estándares de seguridad en las faenas de buceo.
“Quiero felicitar a SalmonChile y a todos los integrantes de este proceso de mejoramiento continuo. Lo primordial es que se realizó un trabajo mancomunado para poder avanzar en la seguridad y vida de los trabajadores”, expresó el seremi de Trabajo y Previsión Social.
Asimismo, el director regional del Trabajo Mauro González puso énfasis en la importancia de la seguridad. “Es una muy buena oportunidad para seguir avanzando en medidas de seguridad laboral. Destaco este estándar de buceo para seguir avanzando en formación y capacitación de estas faenas”, afirmó la autoridad.
Buzos en salmonicultura
La actividad de buceo ha tenido siempre un rol fundamental en la actividad acuícola. Según cifras del Estudio de Caracterización de la Industria del Salmón, publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas en 2018, el promedio mensual de buzos en salmonicultura —para el año 2016— era de 1855, de los cuales una abrumadora mayoría (99,4 %) correspondía a hombres.
Y es que son múltiples las labores que un buzo debe realizar: desde fondeos, cambios de redes y retiro de mortalidad, hasta la instalación y retiro de balsas jaulas. Es por esto que la actividad de los buzos es constante en cerca de los 400 centros de cultivo que operan al año, entre la Región de Los Lagos y Magallanes.
“Hay buzos que van especialmente para las instalaciones y para el desarme de los centros, pero hay ciertas faenas como los baños, como los cambios de contrapesos que requieren buzos permanentes”, explicó Tomás Monge, director territorial de SalmonChile, quien trabajó con todos los entes en la elaboración del nuevo estándar.
Por ello es que en los últimos cinco años el gremio y la industria inició un trabajo para abordar la seguridad laboral de un rubro que está altamente expuesto a accidentes graves. En este sentido, el nuevo protocolo para las faenas de buceo se llevó a cabo gracias al establecimiento de una mesa de trabajo en 2019 liderada por SalmonChile, en la cual participaron empresas con sus encargados de buceo, operaciones y prevencionistas de riesgo, la Coordinadora de Trabajadores de la Industria del Salmón, la Multisindical de Trabajadores del sector, el Sindicato Nacional de Buzos y el Sindicato Pro Buceo. Esta instancia permitió analizar las principales brechas de la actividad y los posibles caminos de mejora.
“Existen muchas brechas, pero principalmente en los temas de capacitación, del autocuidado, ahí creo que hay mucho por avanzar. (Y también) el tema del control de las operaciones. Creemos que este estándar viene a llenar varias de las brechas que hemos levantado al respecto”, agregó Monge.
Nuevo estándar
Por lo anterior, el protocolo de SalmonChile establece medidas y acciones concretas para la protección de los trabajadores del buceo, con el fin de prevenir accidentes y enfermedades profesionales, a través del cumplimiento voluntario de una serie de medidas complementarias a la normativa vigente en materias de seguridad, salud e higiene ocupacional en faenas de buceo en centros de producción de salmones.
Asimismo, esta herramienta busca la estandarización de actividades, equipamiento, dotaciones y procedimientos que deberán considerar los centros, tanto para trabajadores internos como subcontratados, instaurando una base común que contribuya a mejorar el desempeño, evitar incumplimientos normativos y otorgar buenas condiciones a los buzos para realizar sus actividades.
Paralelamente al estándar en el que ha estado trabajando el gremio para atender la situación del buceo, en 2020 SalmonChile, la OTEC Chinquihue —de Fundación Chinquihue— y la escuela de buceo Prodiver iniciaron un trabajo de formación de buzos y profesionales del buceo, el cual ha permitido a la fecha capacitar a más de cien trabajadores.
La próxima etapa consistirá en la implementación de entrenamientos prácticos para faenas de buceo asistido, y la apertura de nuevos cursos prácticos para la gente de mar.
“Hemos trabajado durante años junto a los trabajadores de la industria y las asociaciones de buceo en un diálogo que nos ha permitido construir con ellos este estándar y otras medidas anexas como la escuela de buceo, que permitan abordar con decisión las brechas y poner la seguridad de los buzos en el centro de nuestra gestión —agregó Tomás Monge—. Esperamos sean muchas las empresas, socias y también no socias, como también prestadores de servicio, que puedan plegarse a esta herramienta para que así sigamos avanzando hacia una salmonicultura sostenible dignificando la labor de esta actividad”.
La vocera de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Industria del Salmón, Marta Oyarzo, calificó el documento como un avance importante en todo lo que se ha trabajado desde hace varios años.
“Tengo la satisfacción de haber trabajado en la creación de este nuevo estándar. Esto partió el 2016 y lo que hoy estamos presenciando es el avance de las primeras conversaciones, es muy importante porque es un avance en la seguridad de todos los trabajadores”, expresó la dirigente sindical.
Por su parte, el gerente general de Fundación Chinquihue, Óscar Leibbrandt recalcó la seguridad es la base de la actividad, si bien la labor de un buzo mariscador es distinta a la de un buzo salmonero. En este sentido, valoró el acercamiento entre la industria y pescadores que permitió la elaboración de este estándar. “Estoy muy contento con lo que se está creando, y también como instancia de comunicación entre la industria, los buzos, la pesca artesanal y dirigentes”, afirmó.
De todas maneras —y al igual como lo plantearon diversos invitados al lanzamiento—, el presidente de SalmonChile, Arturo Clément, reconoció que el principal desafío será que este nuevo estándar sea realmente aplicado por las empresas productoras y contratistas, dado lo complejo que es para la Autoridad Marítima y la Dirección de Trabajo fiscalizar centenares de centros de cultivo en condiciones de aislamiento.
“La fiscalización tiene que existir y debe existir […] Por lo tanto, el deber de cada uno de nosotros es ser fiscalizador de uno mismo y de los demás—afirmó Clément—. Y de esa forma es como se puede cumplir esto”.
El nuevo protocolo se puede consultar en el siguiente enlace: