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Por Jaime Rozas , 27 de julio de 2021Pesca artesanal: Conapach solicita al Congreso establecer responsabilidades y protocolos ante emergencias marítimas
Pescadores hicieron petición al senador Rabindranath Quinteros, presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara Alta, tras el naufragio de nave Don Carlos en Coquimbo —que dejó dos personas desaparecidas— y el retraso por parte de la autoridad marítima en la búsqueda de la nave.
Dirigentes de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach) solicitaron al presidente de la Comisión de Pesca del Senado, Rabindranath Quinteros, que el Congreso Nacional indague las responsabilidades que les competen a la Armada de Chile, así como a la institucionalidad pesquera y las empresas que prestan servicio de posicionador satelital, a raíz del naufragio de la embarcación artesanal “Don Claudio”, ocurrido el pasado 6 de julio a unos 20 km al oeste de Caleta Hornos, en la comuna de La Higuera, Región de Coquimbo.
En aquella ocasión, la nave —que había zarpado de Coquimbo y se dirigía a Caldera— encalló en los roqueríos de la isla Pájaros, accidente que terminó con dos pescadores artesanales desaparecidos y seis sobrevivientes, quienes pudieron ser rescatados por la Armada de Chile después de siete días en precarias condiciones y sin agua potable.
No obstante, la autoridad marítima recién inició la búsqueda el lunes 12, luego de que la embarcación no regresara a puerto el domingo 11 de julio, como estaba programado, pese a que el posicionador satelital había dejado de emitir señal el martes 6 de julio, en el mismo lugar donde serían encontrados siete días después seis de los ocho tripulantes. A la fecha, en tanto, los pescadores Domingo Arriagada y Peter Moraga siguen desaparecidos, pese a la búsqueda que continúa la Armada y pescadores en la zona.
Falta de protocolo
En la reunión con el senador Quinteros, la Conapach sostuvo que el accidente fue una demostración más que existe una “ausencia” de un plan de contingencia que se active desde el momento en que embarcaciones artesanales pierden señal y resulta imposible determinar su ubicación, por lo que solicitaron al parlamentario que se indague la ausencia de protocolos que garanticen seguridad a los pescadores artesanales en caso naufragios y de accidentes marítimos.
César Jorquera, presidente de la A.G de Pescadores Artesanales de San Vicente y director de Conapach, calificó como “contradictorio” que a las embarcaciones estén obligadas a utilizar un posicionador satelital, como lo exige la Ley de Pesca, pero que no sea utilizado de manera efectiva para rescates.
“No puede ser que contando con la tecnología y habiéndose señalado, tanto en el Congreso Nacional como posteriormente a través de trípticos informativos emitidos por el mismo Servicio Nacional de Pesca, sobre las características del posicionador satelital y sus funciones, donde se señala su aporte la seguridad de la navegación ante cualquier accidente, a la vez que sobre su obligatoriedad y la función fiscalizadora […] que hoy se señale por parte de la Armada que el dispositivo obedece a efectos de la Ley de Pesca y no es un dispositivo de salvamento”, sostuvo el dirigente en el encuentro.
La petición al presidente de la Comisión de Pesca del Senado es la segunda solicitud sobre la materia que realiza Conapach al Congreso. Anteriormente, el 17 de julio, el dirigente César Jorquera también hizo un llamado al presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, Jorge Brito, para que mediante su gestión pueda solicitar una comisión investigadora para aclarar los hechos y establecer responsabilidades ante la falta de protocolo.
“Por una parte está la empresa que presta servicios de posicionador y que está a cargo de su monitoreo, en este caso Prosat; por otro lado, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Sernapesca, que ocupa dicha información para reportar la ubicación de las lanchas en materia de fiscalización y la Armada de Chile, que no reaccionó a tiempo ante la desesperación de los familiares”, afirmó el dirigente en aquel momento.
En esa misma ocasión, Jorquera agregó que los pescadores artesanales “pagan anualmente millones de dólares" a las empresas a cargo del servicio de monitoreo. “Si lo pensamos mejor, esa misma cantidad de dinero podría ser útil para poner a disposición del sector artesanal, una flota de rescate ante accidentes en altamar, sobre todo de embarcaciones que hacen pesca de altura”, añadió el dirigente. “Cualquier acción es importante para que nunca más vuelva a suceder una situación como esta”.
En la reunión con el senador Quinteros también estuvo Marisol Aránguiz Martínez, familiar de Rigoberto Aránguiz Rozas, uno de los pescadores sobrevivientes del naufragio y participante activa de las labores de búsqueda y ubicación de la lancha mediante señales radiales. Aránguiz Martínez relató ante el parlamentario cómo se dieron los hechos desde tierra, su desesperación y la falta de ayuda, sumada a las dificultades que tuvieron que sortear para que las autoridades marítimas tomaran la decisión de rastrear aéreamente el paradero de los ocho pescadores en la zona donde se emitió la última señal del posicionador satelital.
Ley "Supersol"
Del mismo modo, los dirigentes asistentes solicitaron al congresista ser un puente para plantear el tema en el Congreso y ayudar a la tramitación del proyecto de ley “Supersol”, una iniciativa que también obedece a la necesidades de actualizar y crear nuevos reglamentos para el control del tránsito en aguas interiores, regular el uso adecuado de piloto automáticos y las responsabilidades en caso de accidentes, luego de ocurridos al menos tres accidentes en estos últimos años con resultado de muerte de pescadores artesanales.
Por su parte, el parlamentario solidarizó con el malestar de los familiares de las víctimas del accidente de Coquimbo y reconoció que hay una deuda en el tema de la seguridad de los pescadores artesanales, comprometiéndose a trabajar en conjunto para impulsar una investigación que determine responsabilidades y se establezcan protocolos para ir en auxilio de pescadores en caso de ocurrir cualquier emergencia.