Industria salmonera manifiesta sus reparos a proyecto de ley sobre escapes de peces

Los principales gremios de productores entregaron sus visiones a la Comisión de Pesca del Senado, ante el ingreso de nuevas indicaciones. Fuertes multas, la presunción de daño ante todo evento y la creación de una pesquería de salmón fueron las ideas más objetadas.

Favorables a la idea general de evitar escapes de peces, pero rechazo de algunos aspectos como la idea de autorizar una pesquería de salmónidos, la presunción de daño ambiental ante cualquier evento de fuga y la caducidad de concesiones por este tipo de siniestros, manifestaron este miércoles los principales gremios la industria salmonera ante la Comisión de Pesca del Senado, en relación al proyecto de ley (boletín 11571-21) que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura en materia de escapes de especies salmonídeas desde centros de cultivo.

En la ocasión, SalmonChile, la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes y el Consejo del Salmón presentaron sus observaciones a las once indicaciones agregadas al proyecto después de que fuera aprobado en general por la sala del Senado el pasado 8 de septiembre.

El proyecto —ingresado originalmente en enero de 2018 a la Cámara Baja por un grupo de diputados— autoriza a la pesca artesanal la extracción de especies salmonídeas, endurece las penas en casos de robo de salmones desde centros de cultivo y ruptura intencional de redes que provoquen escapes, y regula la asistencia de organizaciones de pescadores artesanales en labores de recaptura. Asimismo, también establece la obligatoriedad de reportar mensualmente el uso de antibióticos por empresa y centro de cultivo.

Pero ahora, con las indicaciones ingresadas y que deben ser visadas por la Comisión de Pesca, el proyecto también podría incorporar otras regulaciones, como la autorización de extracción de salmónidos como fauna acompañante, la obligatoriedad de certificar la seguridad de las estructuras y fondeos antes de la siembra, multar con el valor de la cosecha en los casos en que un titular no cumpla con las condiciones de seguridad del centro según establezca el reglamento, el establecimiento de la presunción de daño ambiental ante cualquier evento de escape, la caducidad de la concesión en caso de un segundo evento es un mismo centro, y el deber del titular ante todo evento de realizar un monitoreo de los ejemplares fugados en el área geográfica del siniestro. 

Opinión de la industria

En una sesión donde expusieron ante los senadores Ximena Rincón, Rabindranath Quinteros, Adriana Muñoz, Kenneth Pugh y Jacqueline van Rysselberghe, los tres gremios de la industria coincidieron en general en sus apreciaciones del proyecto.

A favor se mostraron de que se certifique la seguridad de las estructuras de cultivo antes de sembrar, como también a autorizar la captura incidental de salmónidos, consagrar la colaboración de la pesca artesanal en la recaptura de peces escapados y la exigencia a las empresas de realizar monitoreos ante cualquier evento de escape.

Pero además coincidieron en sus reparos.

Respecto de las sanciones, “el valor del mercado de la biomasa nos parece que es extremadamente alta y también bastante subjetivo de evaluar”, afirmó Arturo Clément, presidente de SalmonChile. “Sugerimos establecer la gradualidad, que no es lo mismo un escape de diez peces, que un escape de un millón de peces”.

En el caso de la responsabilidad objetiva y presunción de daño ambiental, Clément agregó que no es armónico respecto del resto del ordenamiento jurídico. “Sugerimos que se reserve para aquellos casos donde hay reiteración de escape y no se cuente con la certificación, o bien que no se han realizado las correcciones dentro de plazo”.

En esta misma línea, “la presunción de responsabilidad objetiva requiere de una discusión más profunda en nuestra opinión”, afirmó Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes. “Esta condición simplemente invitaría a que todos los siniestros, con responsabilidad o no del titular e independiente de la magnitud, a caer en una lógica de presunción de daño”.

Y ante la propuesta de caducar concesiones en caso de escapes, Odebret recalcó que la actual indicación tampoco habla de la magnitud del siniestro. “Podría ser un siniestro pequeño y poner en juego la concesión. Y tampoco habla de causales: (un evento) podría ser ajeno a la capacidad de control del propio titular y podría ser caducada la concesión”, sostuvo.

Pesquería del salmón

Asimismo, la idea de autorizar de manera permanente una pesquería de salmónidos fue rechazada por los gremios.

Joanna Davidovich, directora ejecutiva del salmón, aseguró que la propuesta incentivaría a un mayor número de siniestros: “Solamente la posibilidad de comercializar salmón crea incentivos para que se liberen, y para que aumenten los escapes en vez de reducirlos. Por otro lado, no va a ser posible garantizar el periodo de carencia que se les exige a los salmones que han ingerido antibióticos”.

“Hay preocupación por el proyecto aprobado por la Cámara por la creación de la pesquería”, aseguró por su parte Arturo Clément.

Mientras que Carlos Odebret afirmó que no existe evidencia suficiente para justificar la apertura de la pesca de extracción de especies salmonídeas. “Desde nuestra perspectiva, la autorización permanente de la pesca de salmón, sin tener estudios que sustenten o permitan dar sostenibilidad a una pesquería permanente, aparentemente podría ser un riesgo, pues no se evalúa el impacto”, sostuvo.

Sobre la obligatoriedad de reportar mensualmente el uso de antibióticos y la producción por centro y empresa, los tres gremios se manifestaron en contra ya que afectaría los intereses comerciales de las compañías y podría causar distorsiones en los mercados, pero sí se mostraron de acuerdo con que dicha información sea entregada una vez finalizado el ciclo productivo.

Otras indicaciones al proyecto que tienen relación con temas como prohibir la actividad salmonera en zonas marítimas aledañas a reservas nacionales y endurecer las causales de caducidad de concesiones, fueron calificadas por los representantes del sector salmonero como propuestas que si bien son importantes, están fuera de la idea matriz del proyecto de ley en discusión. 

Al finalizar la sesión, brevemente intervino la directora nacional de Sernapesca, Alicia Gallardo, quien manifestó que las sanciones disuasivas son importantes en esta materia, y que deben ser explícitas en la Ley de Pesca.

El análisis de las indicaciones continuará el próximo miércoles, con las presentaciones de Oceana Chile y WWF Chile, que por falta de tiempo no alcanzaron realizar sus intervenciones en esta sesión.