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Por Jaime Rozas , 3 de noviembre de 2020Expertos chilenos presentan evaluación de la acuicultura en América Latina y el Caribe
Los investigadores Doris Soto y Ricardo Norambuena y el consultor Carlos Wurmann presentaron ante la FAO el estado 2020 de la acuicultura en el continente y se refirieron a los desafíos que tiene el sector.
En 2018, la acuicultura en Latinoamérica y el Caribe cosechó 3,1 millones de toneladas, por un valor de 17 mil millones de dólares.
En términos de volumen, por otra parte, el 85,8 % se concentró en Sudamérica, mientras que América Central el 13,1 % y el Caribe 1,1 %. En términos de valor, por lo otro lado, el continente sudamericano concentró el 91 %.
Estos fueron partes de los datos que entregado por los investigadores Dra. Doris Soto, del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) de la Universidad de Concepción (UdeC), Ricardo Norambuena, del Centro de Investigación Oceanográfica Copas Sur-Austral de la UdeC, y el consultor Carlos Wurmann, quienes presentaron el estado 2020 de la acuicultura en Latinoamérica y el Caribe.
La exposición —organizada por la FAO— se realizó en el contexto de la Conferencia Global en Acuicultura 2020, que debía realizarse en Pekín a fines de octubre, pero que fue pospuesta hasta septiembre de 2021 debido a la contingencia sanitaria mundial, producto de la pandemia de covid-19.
Es por ello que entre el 26 y 29 de octubre se presentaron —de manera virtual— las evaluaciones regionales de la acuicultura alrededor del mundo.
La conferencia sobre América Latina se realizó el miércoles 28 —al mediodía en hora de Chile y conducida en inglés—, oportunidad en que los investigadores nacionales constataron la situación actual de la actividad acuícola en el continente.
El informe —elaborado en base a reportes de la FAO, literatura especializada y entrevistas con expertos—, consignó que la gran mayoría de la acuicultura está basada en especies foráneas. A su vez, que en la región el cultivo se concentra mayoritariamente en el mar, a diferencia de otros continentes donde el mayor volumen se produce en aguas continentales.
Asimismo, si bien al 2018 se cultivaban más de 90 especies en América Latina y el Caribe, el 96 % de la producción se concentró en cinco especies: camarón blanco, salmón del Atlántico, mejillón chileno, salmón Coho y trucha arcoíris.
“Hemos mejorado medidas de bioseguridad, por harto, y muchos esfuerzos en diversificación se están realizando con especies nativas ahora, Sin embargo, los resultados de estos esfuerzos no están siendo muy exitosos hasta ahora”, sostuvo Carlos Wurmann.
Desafíos
La presentación también ilustró acerca de las problemáticas que enfrenta el sector a nivel regional: entre ellas la poca diversificación, la concentración de la producción en pocos países, el bajo consumo de productos marinos en la población y la necesidad de más investigación y desarrollo.
Sin embargo, los impactos del cambio climático fue uno de los temas más profundizados. En este sentido, la Dra. Doris Soto explicó que los cambios en las precipitaciones, el aumento de temperaturas, las floraciones algales y acidificación del océano pueden afectar particularmente los cultivo de moluscos y de crustáceos.
Además de mejorar los conocimientos, aseguró que la diversificación es uno de los caminos para mejorar la adaptación del sector a nivel latinoamericano: "Tenemos muchos huevos en una sola canasta", resaltó.
Otra problemática destacada, la cual permeó toda la presentación, fue la necesidad de mejorar la gobernanza del sector a nivel regional.
"Tenemos demasiadas actividades informales, tenemos regulación inadecuada, burocracia. Tenemos medidas de bioseguridad inadecuadas y personal pobremente entrenado para todo el sector. Desafortunadamente creemos que la acuicultura todavía es considerada la hermana pobre de la pesca y de la agricultura", sostuvo Carlos Wurmann.
En este sentido, el consultor acuícola afirmó que en la región se deben desarrollar buenos objetivos de desarrollo a largo plazo. "Tenemos que mejorar la legislación, reglas y regulación, tenemos que mejorar el training de personal gubernamental. La mayoría del personal gubernamental viene de la pesca, y no necesariamente entienden lo que ocurre en acuicultura. También se necesita liderazgo fuerte, por parte de autoridades y acuicultores, para enfrentar los principales problemas que tiene el sector".
Covid-19
La pandemia tampoco se dejó de lado en la presentación. Según Wurmann, “el covid-19 está teniendo un efecto significativo en empleo, producción y exportaciones”.
Punto que fue expandido por la Dra. Doris Soto: “Alta concentración de exportaciones en pocos mercados es un alto riesgo para la acuicultura. Sabemos que restricciones de viajes y cuarentenas debido a la pandemia ralentizó la producción, y ha habido que buscar alternativas de mercado, a veces con grandes pérdidas. Hemos visto esta situación en salmón y camarón”.
En este sentido, la académica del Incar aseguró que la forma de abordar estos problemas también es a través de la diversificación de productos y mercados, pero también en poner más atención a la demanda doméstica. "Tal vez aquí tenemos la oportunidad de aumentar, de colocar los productos en el mercado local o regional".