Sustentabilidad
Por Jaime Rozas , 21 de octubre de 2020Cultivo de seriola avanza en certificaciones de sostenibilidad
Acuinor está trabajando en adaptar sus procesos productivos bajo las normas de GlobalG.A.P., BAP, FOS y ASC, para cumplir con las exigencias de los mercados internacionales.
La idea de cultivar peces en la costa del desierto de Atacama no fue un impedimento para Acuícola del Norte S.A., Acuinor, cuando planeó su proyecto hace trece años. Se buscaba alternativas para la diversificación acuícola en Chile y por ello se ubicaron a 20 kilómetros al norte de Caldera, con un cultivo de Seriola lalandi (también conocida como vidriola o palometa) que se realiza en estanques en tierra con sistemas de recirculación de agua de mar y en ambiente controlado, a una temperatura de 24 ºC.
Ahora, la empresa quiere avanzar un paso más allá: certificar su producción bajo normativas internacionales, que regulan aspectos de calidad, responsabilidad social, medio ambiente y entorno, seguridad y salud de los trabajadores, salud y bienestar animal.
Es por ello que durante este año ha estado trabajando en adaptar sus procesos productivos bajo las normas de GlobalG.A.P., BAP (Best Aquaculture Practices), FOS (Friend of the Sea) y ASC (Aquaculture Stewardship Council), para cumplir con las exigencias de los mercados internacionales.
Acuinor ha desarrollado el cultivo de Seriola lalandi con capitales propios y con el apoyo de Corfo, mediante la ejecución de una serie de proyectos de desarrollo tecnológico, como lo fue el Programa de Diversificación de la Acuicultura Chilena y como lo es el Programa Tecnológico Estratégico actualmente en ejecución.
En este contexto, el proyecto de certificaciones que está realizando ahora la compañía pretende aportar a la industria y a futuros productores de esta especie en Chile pautas, protocolos, metodologías y procedimientos claros y estandarizados para la implementación de las diferentes normas y sentará las bases de un alto estándar de producción para este nuevo sector productivo de la industria acuícola nacional.
“La propuesta de Acuinor es la de lograr la producción a escala industrial de un nuevo pez marino en forma competitiva, replicable y escalable a lo largo de todo el país, bajo un modelo de cultivo sustentable y circular que se mantenga en un proceso de optimización y desarrollo continuo”, explica Muriel Teixido, gerente comercial de Acuinor.
Según la profesional, la seriola es hoy una de las mejores para la producción acuícola por su rápido crecimiento —entre 13 a 14 meses para alcanzar un peso de 5 kg—, alto valor de mercado y por ser una especie conocida a nivel mundial. “Por ello creemos importante someter nuestros procesos a la evaluación de auditorías externas que permitan asegurar a los consumidores que nuestra actividad es responsable a nivel ambiental y social”.
El trabajo de certificación cuenta con la asesoría de Guillermo Clarke, de Consultora Clarke. Según explica el asesor, si bien en Chile ya existen muchos avances con este tipo de certificaciones en la industria del salmón y del mejillón, “en el caso de la Seriola lalandi será una experiencia pionera y por ello estamos adaptando nuestra experiencia del sur de Chile a este nuevo desarrollo acuícola”.
Exigencias de los mercados
Una ventaja a destacar en la producción de seriola en RAS, es poder asegurarle al consumidor de los mercados internacionales que, entre otras cosas, no se utilizan químicos ni antibióticos en las etapas de cultivo. Por ello, Clarke sostiene que las distintas normas “consideran algunos aspectos que para seriola son muy positivos y fáciles de cumplir, como la no utilización de fármacos o asegurar la sustentabilidad de las materias primas de origen marino que son utilizadas en la elaboración de alimentos balanceados para alimentar a los peces de cultivo”.
A su vez, Clarke sostuvo que “día a día” se hace más necesario contar con la trazabilidad del producto que llega a los mercados.
“Esta es una demanda cada vez más requerida por los consumidores, especialmente en países como Inglaterra, Alemania y Francia. Las empresas certificadoras realizan campañas de promoción con las cadenas de supermercados y organizaciones de consumidores, promoviendo el concepto del consumo de alimentos sustentables, como es el caso de WWF (World Wildlife Fund), y de la certificación ASC para promover a las empresas que se han comprometido bajo estos estándares internacionales.
Por su parte, Teixido agrega que el esfuerzo que realiza Acuinor en materia de certificación del proceso productivo “debe necesariamente concluir certificando también la fase de procesamiento, para lo que es fundamental potenciar las plantas de procesamiento pesqueras de la región, a fin de que cumplan con los estándares y procesos exigidos por los distintos mercados, como en el caso del salmón”.
“Tenemos un enorme desafío en el norte de Chile para generar toda una industria de servicios asociados al cultivo de las especies marinas en desarrollo y un ejemplo claro de esto son las plantas de procesamiento”, dice la profesional.